CAMBIO CLIMÁTICO 2001:
Informe de síntesis
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Pregunta 2

¿Cuáles son las pruebas, causas y consecuencias de los cambios en el clima terrestre desde la época preindustrial?

  1. ¿Ha cambiado el clima de la Tierra desde la época preindustrial a escala regional y/o mundial? Si ha sido así, ¿qué parte puede atribuirse a la actividad humana y qué parte a los fenómenos naturales? ¿En qué nos basamos para definir esta atribución de responsabilidad?
  2. ¿Qué se conoce sobre las consecuencias ambientales, sociales y económicas de los cambios climáticos desde la época preindustrial, y especialmente en los últimos 50 años?
   

El sistema climático del planeta ha cambiado de manera importante a escala nacional y mundial desde la época preindustrial, y algunos de estos cambios se pueden atribuir a actividades humanas.

P2.2
   
Las actividades humanas han hecho aumentar las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero y aerosoles desde la época preindustrial. Las concentraciones atmosféricas de los principales gases antropogénicos de efecto invernadero — como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), y el ozono (O3) troposférico— alcanzaron los niveles más altos jamás registrados durante el decenio de 1990, debido principalmente al consumo de combustibles fósiles, la agricultura, y cambios en el uso de las tierras (véase el Cuadro RRP–1). El forzamiento radiactivo proveniente de los gases antropogénicos de efecto invernadero es positivo, aunque queda una pequeña gama de incertidumbre; el de los efectos directos de los aerosoles es negativo y más reducido y el forzamiento negativo procedente de los efectos indirectos de los aerosoles en las nubes puede que ser elevado, aunque aún no se ha cuantificado bien.

P2.4-5
Un número cada vez mayor de observaciones ofrecen una visión cada vez más completa del calentamiento de la Tierra y de otros cambios en el sistema climático (véase el Cuadro RRP–1). P2.6
   
Es muy probable que, a escala mundial, el decenio de 1990 fuera el período más cálido, y 1998, el año más caluroso, según los registros instrumentales (1861– 2000) (véase el Recuadro RRP–1). El aumento de la temperatura de la superficie terrestre durante el siglo XX en el Hemisferio Norte ha sido probablemente superior al de cualquier otro siglo en los últimos mil años (véase el Cuadro RRP–1). En el Hemisferio Sur, los datos para los años antes de 1860 son muy incompletos, por lo que es difícil comparar el calentamiento reciente con los cambios producidos en los últimos 1.000 años. Los cambios de temperatura no se han producido de manera homogénea en todo el mundo, sino que han variado según las diferentes regiones y diferentes partes de la baja atmósfera.

P2.7
 
Cuadro 2-1: Cambios en la atmósfera, clima y sistema biológico terrestre durante el siglo XX.a
Indicador Cambios observados
Cambios observados  
Concentración atmosférica de CO2 288 ppm durante el período 1000-1750 a 368 ppm en el año 2000 (31 ± 4 por ciento de aumento).
Intercambio en la biosfera terrestre de CO2 Fuente acumulada de unas 30 Gt C entre los años 1800 y 2000, pero sumidero neto de unos 14 ± 7 Gt C durante el decenio de 1990.
Concentración atmosférica de CH4 700 ppb durante el período 1000-1750 a 1.750 ppb en el año 2000 (aumento del 151 ± 25 por ciento).
Concentración atmosférica de N2O 270 ppb durante el período 1000-1750 a 316 ppb en el año 2000 (aumento del 17 ± 5 por ciento).
Concentración troposférica de O3 Aumento del 35 ± 15 por ciento entre los años 1750- 2000, con variaciones según las regiones.
Concentración estratosférica del O3 Disminución en los años 1970-2000, con variaciones según la altitud y latitud.
Concentraciones atmosféricas de HFC, PFC, y SF6 Aumento en todo el mundo durante los últimos 50 años.
Indicadores meteorológicos  
Temperatura media mundial de la superficie Aumento en el 0,6 ± 0,2° C en el siglo XX; la superficie de la Tierra se ha calentado más que los océanos (muy probable).
Temperatura en la superficie del Hemisferio Norte Aumento durante el siglo XX más que en otro siglo de los últimos 1.000 años; el decenio de 1990 ha sido el más cálido del milenio (probable).
Temperatura diurna de la superficie Disminución en el período 1950-2000 en las zonas terrestres; las temperaturas mínimas nocturnas han aumentado el doble de las temperaturas máximas diurnas (probable).
Días calurosos/índice de calor Aumento (probable).
Días de frío/heladas Disminución en casi todos las zonas terrestres durante el siglo XX (muy probable).
Precipitaciones continentales Aumento en un 5-10 por ciento en el siglo XX en el Hemisferio Norte (muy probable), aunque han disminuido en algunas regiones (como en África del Norte y occidental y partes del Mediterráneo).
Precipitaciones fuertes Aumento en latitudes medias y altas en el Norte (probable).
Frecuencia e intensidad de las sequías Aumento del clima seco estival y las consiguientes sequías en algunas zonas (probable). En algunas regiones, como en partes de Asia y África, parecen haberse acentuado la frecuencia e intensidad de las sequías en los últimos decenios.
Indicadores fisicos y biológicos  
Media mundial del nivel del mar Aumento a una velocidad media anual de 1 a 2 mm durante el siglo XX.
Duración de las capas de hielo en ríos y lagos Disminución de unas 2 semanas en el siglo XX, en las latitudes medias y altas del Hemisferio Norte (muy probable).
Extensión y espesor del hielo marino en el Ártico Disminución en un 40 por ciento en los últimos decenios desde finales del verano a principios del otoño (probable) y disminución de su extensión en un 10-15 por ciento desde el decenio de 1950, en primavera y verano.
Glaciares no polares Retiro generalizado durante el siglo XX.
Capa de nieve Disminución de su extensión en un 10 por ciento desde que se registran observaciones por satélite en los años 1960 (muy probable).
Permafrost Fusión, calentamiento y degradación en las zonas polares, subpolares y regiones montañosas.
Fenómenos asociados con El Niño Mayor frecuencia, persistencia e intensidad durante los últimos 20-30 años, en relación con los últimos 100 años.
Época de crecimiento Aumento de 1 a 4 días por decenio durante los últimos 40 años en el Hemisferio Norte, especialmente en las latitudes altas.
Área de distribución de plantas y animales Desplazamiento de plantas, insectos, pájaros y peces hacia los polos o hacia altitudes más altas.
Cría, floración y migración Adelanto de la floración, la llegada de las primeras aves, la época de cría y la aparición de los insectos en el Hemisferio Norte.
Decoloración de arrecifes de coral Aumento de la frecuencia, especialmente durante los fenómenos asociados con El Niño.
Indicadores Econó micos  
Pérdidas económicas relacionadas con fenómenos meteorológicos Aumento de las pérdidas mundiales, ajustadas a la inflación, en un orden de magnitud durante los últimos 40 años (véase la Figura 2-7 en P2). Una parte de la tendencia ascendente está vinculada a factores socioeconómicos, y otra parte, a factores climáticos.
a. Este cuadro sólo proporciona ejemplos de cambios fundamentales observados, y no es una lista exhaustiva. Incluye cambios atribuidos a los cambios climáticos antropogénicos y cambios que pueden haber sido causados por variaciones naturales o por cambios antropogénicos. Se indican los niveles de confianza cuando el Grupo de Trabajo correspondiente los evalúan de forma explícita.

Recuadro RRP-1: Indicaciones sobre confianza y probabilidad.
Cada vez que procede, los autores del Tercer Informe de Evaluación han asignado niveles de confianza que representan su juicio colectivo sobre la validez de una conclusión basada en las pruebas observadas, los resultados de simulaciones, y los conocimientos teóricos examinados. En el texto del Informe de síntesis al TIE en relación con las conclusiones del GTI se han empleado las siguientes expresiones: prácticamente cierto (más de un 99 por ciento de posibilidad que el resultado sea verdadero); muy probable (90-99 por ciento de posibilidad); probable (66-90 por ciento de posibilidad); medianamente probable (33-66 por ciento de posibilidad); improbable (10-33 por ciento de posibilidad); muy improbable (1-10 por ciento de posibilidad); y excepcionalmente improbable (menos del 1 por ciento de posibilidad). Una gama explícita de incertidumbre (±) es una gama probable. Las estimaciones de confianza relacionadas con las conclusiones del GTII son: muy alta (95 por ciento o mayor), alta (67-95 por ciento), media (33-67 por ciento), baja (5-33 por ciento), y muy baja (5 por ciento o menos). No se han asignado niveles de confianza en el GTIII.
 
   

Existen pruebas nuevas y más convincentes de que la mayor parte del calentamiento observado durante los últimos 50 años se puede atribuir a actividades humanas. Los estudios de detección y atribución han encontrado sistemáticamente pruebas de señales antropogénicas en los registros climáticos de los últimos 35 a 50 años. Estos estudios tienen en cuenta las incertidumbres sobre el forzamiento antropogénico producido por los aerosoles de sulfato y por otros factores naturales (volcanes y radiación solar), pero no recogen los impactos de otros tipos de aerosoles antropogénicos y de cambios en el uso de las tierras. El forzamiento debido a los sulfatos y a fenómenos naturales es negativo en este período y no puede explicar el calentamiento, mientras que la mayoría de estos estudios determinan que, durante los últimos 50 años, la velocidad y la magnitud estimadas del calentamiento debido únicamente a los gases de efecto invernadero son comparables con el calentamiento observado, o incluso lo superan. La mejor correspondencia entre las simulaciones y las observaciones durante los últimos 140 años se encuentra cuando se combinan todos los factores naturales y antropogénicos, como se desprende de la Figura RRP–2.

P2.9-11
   

Los cambios en nivel del mar, las zonas cubiertas por las nieves, la extensión de las capas de hielo y la precipitación guardan relación con un clima cada vez más caliente cerca de la superficie terrestre. Entre los ejemplos de este fenómeno se incluyen un ciclo hidrológico más activo, con precipitaciones más intensas y con distintas pautas, la retirada generalizada de glaciares no polares, el ascenso del nivel del mar y un aumento de la temperatura marina, y una disminución de las superficies nevadas y de las capas de hielo marino, tanto en su extensión como en su espesor (véase el Cuadro RRP–1). Por ejemplo, es muy probable que el calentamiento del siglo XX haya contribuido de manera importante a la elevación observada en el nivel del mar, a través de la expansión térmica de los océanos y la fusión generalizada de los hielos terrestres. Con los límites de las incertidumbres actuales, las simulaciones y las observaciones coinciden en la falta de una aceleración importante en la elevación del nivel del mar durante el siglo XX. No se ha registrado ningún cambio en la extensión general de los hielos marinos en la región antártica entre 1978 y 2000. Además, debido a los análisis contradictorios y la información insuficiente, no es posible evaluar los cambios en la intensidad de los ciclones tropicales y extratropicales, y ni de las tormentas locales en latitudes medias. Algunos de los cambios observados son de tipo regional, y otros pueden ser fruto de variaciones climáticas internas, forzamientos naturales, o actividades humanas regionales, y no pueden atribuirse exclusivamente a la influencia humana a escala mundial.

P2.12-19
   
Los cambios observados en los climas regionales han afectado a muchos sistemas biológicos y físicos, y existen indicios preliminares que sugieren que los sistemas sociales y económicos también se han visto afectados.

Figura 2–4: La simulación de la variación de temperaturas (ºC) y la comparación de los resultados con los cambios registrados nos permiten comprender mejor las causas que producen los principales cambios. Se puede utilizar una simulación climática para simular los cambios de temperatura debidos a factores naturales y antropogénicos. Las simulaciones representadas por la banda en a) se basaron únicamente en forzamientos naturales: variaciones solares y actividad volcánica. Las que se muestran en la banda b) se basaron en forzamientos antropogénicos: gases de efecto invernadero y una estimación de aerosoles de sulfato. Y la simulación en la banda c) se basó en forzamientos naturales y antropogénicos. Podemos ver en b) que la incorporación de forzamientos antropogénicos proporciona una explicación para una gran parte de los cambios de temperatura observados durante el siglo pasado, pero la mejor coincidencia con las observaciones se obtiene en c), cuando se incluyen tanto los forzamientos naturales como los antropogénicos. Estos resultados muestran que los forzamientos incluidos son suficientes para explicar los cambios observados, pero no excluyen la posibilidad de que otros forzamientos hayan podido contribuir de alguna manera. Otras simulaciones con forzamientos antropogénicos producen resultados similares a los de b).

P2.20 & P2.25
   

Los recientes cambios regionales en el clima, sobre todo los aumentos de temperatura, han afectado ya a los sistemas hidrológicos, así como a los ecosistemas terrestre y marítimo en muchas partes del mundo (véase el Cuadro RRP–1). Los cambios observados en estos sistemas1 guardan coherencia en las diferentes localidades y/o regiones y coinciden con los efectos proyectados de los cambios de temperaturas regionales. La probabilidad de que los cambios observados en la dirección esperada (sin referirse a su magnitud) puedan producirse por pura casualidad es ínfima.

P2.21-24
   

El incremento de los costos socioeconómicos relacionados con los daños ocasionados por fenómenos meteorológicos y variaciones regionales del clima indica que somos cada vez más vulnerables a los cambios climáticos. Unas indicaciones preliminares sugieren que algunos sistemas sociales y económicos se han visto afectados por los aumentos recientes en inundaciones y sequías, y ha habido mayores pérdidas económicas debidas a fenómenos meteorológicos catastróficos. Sin embargo, como estos sistemas también se ven afectados por los cambios en los factores socioeconómicos, tales como los desplazamientos demográficos y los cambios en el uso de las tierras, resulta difícil cuantificar los impactos relacionados con el cambio climático (ya sea antropogénico o natural) y con los factores socioeconómicos.

P2.25-26



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