CAMBIO CLIMÁTICO 2001:
Efectos, adaptación, y vulnerabilidad
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5.6. América del Norte

En América del Norte se producirán impactos del cambio climático tanto positivos como negativos (confianza alta). Los diversos impactos sobre los ecosistemas y los asentamientos humanos exacerbarán las diferencias subregionles en la producción de recursos sensibles al clima y la vulnerabilidad a los sucesos extremos. Se plantearán oportunidades y retos a la adaptación, que con frecuencia comprenderán factores múltiples de estrés (Tabla RT-12). Se están ensayando algunas estrategias de adaptación innovadoras en respuesta a los retos actuales relacionados con el clima (por ejemplo, los bancos de agua), pero se han examinado pocos casos de la forma en que se podrían aplicar esas estrategias ya que el clima regional sigue cambiando. Las cambiantes pautas de la temperatura, la precipitación, los portadores de enfermedades y la disponibilidad de agua requerirán respuestas de adaptación, incluidas, por ejemplo, las inversiones en protección contra las
tempestades y en infraestructura de abastecimiento de agua, así como en servicios de salud comunitarios. [15.3.2, 15.4]

Table TS-12: Climate change adaptation issues in North American subregions. Some unique issues for certain locations also are indicated.
Subregiones de América del Norte Contexto de desarrollo Retos y opciones de la adaptación al cambio climático
La mayoría o todas las subregiones – Mercados de productos básicos cambiantes
– Aprovechamiento intensivo de los recursos hídricos en grandes zonas ––nacionales y transfronterizas
– Amplios acuerdos sobre derechos, reivindicación de tierras y tratados ––nacionales y transfronterizos
– Expansión urbana
– Expansión del transporte
– Función de los mercados de agua y medioambientales
– Modificación del diseño y el funcionamiento de los sistemas hídricos y energéticos
– Nuevas tecnologías y prácticas en agricultura y silvicultura
– Protección de ecosistemas amenazados o
adaptación a nuevos paisajes
– Creciente función del turismo estival (clima cálido)
– Riesgos de los sucesos extremos para la calidad del agua
– Gestión de la salud comunitaria para modificar los factores de riesgo
– Modificación de las funciones de la asistencia pública de emergencia y de los seguros privados
Frontera del Ártico – Sistema de transportes invernales
– Estilos de vida indígenas
– Diseño para cambiar el permafrost y las condiciones del hielo
– Función de dos órganos económicos y de
co-gestión
Regiones costeras – Disminución de algunos recursos marítimos comerciales (bacalao, salmón)
– Desarrollo intensivo de zonas costeras
– Acuicultura, protección de hábitat, reducciones de las flotillas
– Planificación de zonas costeras en zonas de gran demanda
Grandes lagos – Sensibilidad a las fluctuaciones del nivel de los lagos – Ordenación para reducir los niveles medios sin aumento de la intrusión en el litoral

5.6.1. Las comunidades y la infraestructura urbana

Los posibles cambios en la frecuencia, intensidad y duración de episodios extremos son algunos de los riesgos más importantes relacionados con el cambio climático en América del Norte. Los posibles impactos del cambio climático en las ciudades comprenden menos períodos de extremo frío invernal; mayor frecuencia de calor extremo; subida de los niveles del mar y riesgo de mareas de tempestad; y cambios en la oportunidad, frecuencia y severidad de las crecidas imputables a las tempestades y las precipitaciones extremas. Estos sucesos, y en particular las olas de calor más altas y los cambios en los episodios extremos, irán acompañados de efectos sobre la salud.

Las comunidades pueden reducir su vulnerabilidad a los impactos adversos mediante inversiones en infraestructura de adaptación, que pueden ser costosas. Las comunidades rurales, y las poblaciones pobres e indígenas quizá no estén en condiciones de hacer esas inversiones. Además, las decisiones de invertir en infraestructura se basan en una diversidad de necesidades que van más allá del cambio climático, incluidos el crecimiento de la población y la obsolescencia de los sistemas existentes. [15.2.5]

5.6.2. Los recursos hídricos y los ecosistemas acuáticos


Figura RT-8. Posibles impactos en los recursos hídricos de América del Norte.

Los cambios inciertos de la precipitación son la causa del escaso acuerdo sobre los cambios en las escorrentías anuales totales en toda América del Norte. Los impactos modelizados de las temperaturas más altas sobre la evaporación de los lagos producen proyecciones coherentes de niveles y flujos de salida de los lagos para el sistema Grandes Lagos- San Lorenzo en la mayoría de los escenarios (confianza media). Una mayor incidencia de sucesos de fuerte precipitación resultarán en mayores sedimentos y cargas de contaminantes de fuentes no puntuales en los cursos de agua (confianza media). Además, en las regiones en que el derretimiento estacional de la nieve es un aspecto importante del régimen hídrico anual (por ejemplo, California, Cuenca del Río Columbia), las temperaturas más cálidas probablemente resultarán en un desplazamiento estacional de las escorrentías, correspondiendo una proporción más grande de la escorrentía total al invierno, junto con posibles reducciones en los flujos de verano (confianza alta). Esto podría tener efectos adversos sobre la disponibilidad y calidad del agua para usos en el caudal y fuera del caudal durante el verano (confianza media). En la Figura RT-8 se muestran los posibles impactos. [15.2.1]

Las respuestas de adaptación a esos cambios estacionales en las escorrentías incluyen la gestión de la capacidad de almacenamiento artificial, una mayor aplicación de la gestión coordinada de los suministros de aguas superficiales y subterráneas, y las transferencias voluntarias de agua entre sus diversos usuarios. Esas medidas podrían reducir los impactos de los menores flujos estivales sobre los usuarios de agua, pero quizá sea difícil o imposible contrarrestar los impactos adversos sobre muchos ecosistemas acuáticos, y quizá no sea posible continuar proporcionando los niveles de fiabilidad y calidad actuales a todos los usuarios de agua. En algunas regiones (por ejemplo, la parte occidental de los Estados Unidos) probablemente se producirán transferencias de mercado de los suministros de agua disponibles, de la agricultura de riego a usos urbanos y otros usos de valor relativamente alto. Esas reasignaciones plantean cuestiones de prioridades sociales y comprenden ajustes de costos que dependerán de las instituciones con que se cuente.

5.6.3. Pesquerías marinas

Actualmente se reconoce que las variaciones relacionadas con el clima en los entornos marino y costero cumplen una función importante en la determinación de la productividad de varias pesquerías norteamericanas en las regiones del Pacífico, el Atlántico Norte, el Mar de Bering y el Golfo de México. Hay nexos complejos entre las variaciones climáticas y los cambios en los procesos que influyen en la productividad y la distribución espacial de las poblaciones de peces marinos (confianza alta), así como incertidumbres vinculadas a las futuras pautas de la pesca comercial. La experiencia reciente con el salmón del Pacífico y el bacalao del Atlántico parece indicar que la gestión sostenible de las pesquerías requerirá información científica actualizada y precisa sobre las condiciones medioambientales que afectan a las poblaciones de peces, y también flexibilidad institucional y operativa para responder con rapidez ante esa información. [15.2.3.3]

5.6.4. Agricultura

Los cambios climáticos de pequeños a moderados no pondrán en peligro la producción de alimentos y fibras (confianza alta). Se producirán fuertes efectos sobre la producción regional; algunas zonas sufrirán importantes pérdidas de ventajas comparativas a favor de otras regiones (confianza media). En general, esto dará lugar a un efecto neto pequeño. Con un calentamiento moderado, el bienestar agrícola de consumidores y productores aumentaría. Ahora bien, con un calentamiento mayor, los beneficios declinarían a una tasa creciente, posiblemente pasando a ser una pérdida neta. Es posible que se produzcan mayores sequías en las grandes llanuras de los Estados Unidos y en las praderas canadienses, así como oportunidades para un limitado desplazamiento hacia el norte en las zonas de producción del Canadá.

Se prevé un aumento de la producción por los efectos fisiológicos directos del CO2, y ajustes de la agricultura y la producción de mercado (por ejemplo, de comportamiento, económicos e institucionales) para contrarrestar las pérdidas. Los estudios económicos que incluyen ajustes de la agricultura y los productores a nivel del mercado indican que los efectos negativos del clima sobre la agricultura probablemente se hayan sobreestimado en los estudios que no tienen en cuenta estos ajustes (confianza media). Ahora bien, la capacidad de los agricultores para adaptar sus opciones de insumos y productos es difícil de pronosticar y dependerá de las señales de los mercados y las instituciones. [15.2.3.1]

5.6.5. Zonas forestales y protegidas

Se prevé que a raíz del cambio climático aumentará la superficie y la productividad de los bosques en los próximos 50 a 100 años (confianza media). No obstante, el cambio climático probablemente causará cambios en la naturaleza y extensión de varios “factores de perturbación” (por ejemplo, incendios, brotes de infestaciones) (confianza media). Los escenarios de cambios climáticos extremos o a largo plazo indican la posibilidad de una declinación general de los bosques (confianza baja).

Hay pruebas claras de que el cambio climático puede dar lugar a la pérdida de tipos de ecosistemas específicos, como las zonas alpinas altas y tipos específicos de costas (por ejemplo, marismas de agua salada) y humedales interiores (por ejemplo, “cimas” de llanuras) (confianza alta). Hay un potencial moderado de adaptación para prevenir estas pérdidas mediante la planificación de programas de conservación para identificar y proteger ecosistemas particularmente amenazados. Las tierras que destinan a la producción de madera probablemente serán menos susceptibles al cambio climático que los bosques no gestionados, debido a las posibilidades que ofrece la gestión para la adaptación. [15.2.2]

5.6.6. Salud humana

Puede que se amplíen en los Estados Unidos, y se establezcan en el Canadá, las zonas de las enfermedades transmitidas por vectores, incluida fiebre del paludismo y del dengue. La zona de la enfermedad de Lyme transmitida por la garrapata puede también extenderse al Canadá. Ahora bien, los factores socioeconómicos, como las medidas de salud pública, pueden cumplir una importante función en la determinación de la existencia o extensión de esas infestaciones. Las enfermedades vinculadas al agua pueden aumentar con el calentamiento de las temperaturas del aire y el agua, combinado con fuertes efectos de escorrentía de las superficies agrícolas y urbanas. La mayor frecuencia de tempestades convectivas puede producir más casos de asma vinculados a las tormentas eléctricas. [15.2.4]

5.6.7. Sistemas de seguros públicos y privados

Las pérdidas ocasionadas por catástrofes, corregidas en función de la inflación, han aumentado ocho veces en América del Norte durante los últimos tres decenios (confianza alta). Las exposiciones y los excedentes de los aseguradores (especialmente los aseguradores de bienes) y los reaseguradores privados han crecido, y se han observado pérdidas de beneficios e insolvencias relacionadas con el clima. Las pérdidas aseguradas están aumentando en América del Norte (59% del total mundial) a raíz de la abundancia y a medida que las poblaciones continúan desplazándose a zonas vulnerables. La vulnerabilidad de los aseguradores a estos cambios varían considerablemente entre las regiones.

Los sucesos extremos que se han producido recientemente han suscitado varias respuestas de los aseguradores, incluida una mayor atención prestada a las normas de construcción y a la preparación para casos de desastre. Las prácticas tradicionales de los aseguradores se habían basado sobre todo en el historial de la experiencia con el clima; sólo recientemente se han comenzado a utilizar modelos para predecir las pérdidas futuras relacionadas con el cambio climático, de modo que las posibilidades de sorpresa son reales. Los gobiernos cumplen una función fundamental como aseguradores o suministradores de ayuda en casos de desastre, especialmente en casos en que el sector privado considera que los riesgos no son asegurables. [15.2.7]



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